La lipoescultura es la operación de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora que se realiza para eliminar los depósitos de grasa localizada entre la piel y el músculo. El objetivo de la operación es remodelar el contorno corporal de forma permanente, y se realiza por zonas: abdomen, muslos, nalgas, brazos, y papada son las más comunes. Para una mayor comodidad y seguridad del paciente, la lipoescultura suele realizarse bajo anestesia general. Pero también existe la opción de Lipoescultura sin Cirugía o No Invasiva, que no requiere anestesia o en algunos casos bastará con la anestesia local.
¿En qué consiste la lipoescultura?
La lipoescultura consiste en realizar algunas incisiones menores de 1 cm. en las que introducir una cánula con aspiración para extraer la grasa de la zona en cuestión. En algunos casos, el paciente puede requerir que la grasa extraída se le reimplante en otras zonas, como los glúteos. La duración de la cirugía dependerá de las zonas a tratar y el volumen de grasa de cada paciente, pero no suele exceder las 4 horas.
Preparación para la lipoescultura
Si el paciente presenta un buen estado de salud, se podrá someter a la lipoescultura sin necesidad de estudios médicos previos. Si por el contrario tiene tendencia a sufrir hemorragias, se realizará un examen médico previo con chequeo, medición del latido y presión sanguínea, e incluso análisis de sangre. El especialista cirujano puede recomendar al paciente que no tome ninguna medicación anticoagulante al menos desde 10 días antes de la intervención, y también previamente se medirá la presión de la faja elástica que deberá llevar el paciente después de la lipoescultura.
Cuidados tras la intervención
El postoperatorio consiste en mantener reposo durante unos tres días, así como un tratamiento de antibióticos y llevando una vena de presión o faja elástica. Esta faja deberá llevarse durante 2 a 4 semanas, pero a los 4 o 5 días el paciente puede volver a sus actividades normales y a los 10 días puede volver a hacer ejercicio paulatinamente.